Pandemonio.
Estoy plenamente convencida de que cada cosa debe tener su lugar. Incluso los demonios. Por eso me decidí a crear este blog: para asignarles, al fin, un lugar a los míos.
Un pandemonio es todo lo contrario a un panteón. Ambas
palabras provienen del griego antiguo y comienzan con la partícula pan = todo,
pero mientras panteón deriva de theos = dios, y se refiere a un lugar
para todos los dioses, pandemonio es el lugar que alberga a todos los deimonion
= demonios
No se confundan, no pretendo pasar por una de esas escritoras atormentadas.
Mis demonios no son los mismos espíritus malévolos de la tradición judeocristiana
medieval. A decir verdad, los primeros demonios - Daimōn – tuvieron origen mucho antes,
en la Grecia Antigua, y estaban desprovistos de la connotación maligna que hoy
tienen. Mis demonios no representan, en este espacio, una entidad sobrenatural,
sino un cúmulo de pensamientos que me revolotean en la mente, cual espíritus asechadores
de los que no me podré librar si antes no les dispongo otro hogar.
Por eso les he creado un pandemonio, un lugar donde pueda asentarlos y
darles forma. Impulsada por los escritos de dos amigos muy cercanos a mi
corazón, y tras entender la escritura como herramienta para poner en orden el
caos de mi mente, me decidí a abrir este espacio virtual donde me permito
desarrollar las ideas que ocupan mi mente sin pagar arriendo, y finalmente
desalojarlas aquí, transformadas en otra cosa más ponderada y menos intrusiva.
Aunada a la paz que aspiro sentir con este espacio, me inspiran este par de
amigos que muy seguramente se sentirán orgullosos de mí, por haber dado este
salto. Yo también me siento orgullosa de ustedes, y de la influencia que han
tenido en mí. Humildemente espero retribuírselos algún día, como pueda, en alguna
medida.
Me despido volviendo al nombre que he elegido para este espacio. Se trata
de un homenaje muy íntimo que le hago a la literatura milenaria griega, de la que
llevo enamorada años, cuando me introduje a las epopeyas de Homero y a las
tragedias de Sófocles, Eurípides y Esquilo. Pandemonio es, además, un
sustantivo para referirse a un lugar en el que hay mucho ruido y confusión. Esta
definición se parece mucho a mi mente hoy, y por eso este ejercicio de
reorganización mental. Tal vez, con la práctica continuada, mi mente se
transforme gradualmente en un panteón, libre de demonios agitadores,
donde el silencio y la calma me sean posibles. Mientras llego a eso, escribiré sobre
libros, música, cine, y del amor y otros demonios.
DCSM
Comentarios
Publicar un comentario